Mujer mayor sonriendo y señalando una imagen circular de alimentos saludables como frutas, verduras, pan y aceite de oliva.
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Dieta mediterránea: la deliciosa forma de vivir más y mejor: lo que debes comer

Más que una alimentación, una forma de vida

Variedad de alimentos frescos incluyendo carne, pollo, salmón, camarones, queso, huevos, pasta, granos, frutas y vegetales.
La dieta mediterránea incorpora una gran variedad de alimentos | Yuliya Furman

Esta dieta se basa en los hábitos alimenticios tradicionales de países mediterráneos como España, Grecia e Italia, conocidos por sus beneficios para la salud y su variedad de alimentos frescos y sabrosos.

Sacos de arpillera derramando diferentes tipos de frijoles de colores blanco, rojo, marrón y negro sobre una superficie blanca.
Las legumbres son fuente de proteínas, fibras y minerales | Getty Images

¿Qué es la dieta mediterránea?

La dieta mediterránea se caracteriza por ser equilibrada, variada y rica en nutrientes esenciales. Incluye una gran cantidad de frutas y verduras, legumbres, frutos secos, cereales integrales y aceite de oliva como principal fuente de grasa. Además, se consumen regularmente pescado, mariscos y aves, mientras que el consumo de carnes rojas es limitado.

Alimentos clave en la dieta mediterránea

Para seguir la dieta mediterránea, es esencial incorporar ciertos alimentos en tu dieta diaria. Estos son los más importantes:

  • Frutas y verduras: las frutas y verduras frescas son la base de la dieta mediterránea. Debes consumir una variedad amplia, como tomates, pimientos, berenjenas, naranjas, manzanas y uvas. 

  • Legumbres: las legumbres como las lentejas, garbanzos y alubias son una fuente excelente de proteínas vegetales, fibra y minerales. Incorporarlas en sopas, ensaladas o guisos es una manera de aprovechar sus beneficios.

  • Frutos secos:  los frutos secos, como las nueces, almendras y avellanas, son ricos en grasas saludables, proteínas y fibra. Pueden consumirse como snacks o añadirse a ensaladas y yogures.

  • Pescado y mariscos: el pescado azul, como las sardinas, el atún y el salmón, es una fuente rica de ácidos grasos omega-3, esenciales para la salud cardiovascular. Los mariscos también son una fuente de proteínas y minerales.

  • Aceite de oliva: el aceite de oliva virgen extra es el pilar de la dieta mediterránea. Es utilizado tanto para cocinar como para aliñar ensaladas, es rico en grasas monoinsaturadas y antioxidantes.

  • Cereales integrales: el pan integral, el arroz integral y la pasta de trigo integral son preferibles a sus versiones refinadas. Estos alimentos son ricos en fibra y nutrientes.

Aceitera repleta de aceite de oliva con el fondo de una cocina
El aceite de oliva es la base de la dieta mediterránea | Getty Images

Beneficios para la salud

La dieta mediterránea aporta numerosos beneficios para la salud. Se ha demostrado que seguir este patrón alimenticio puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Es una dieta que, también, ayuda a mantener un peso saludable y a mejorar la calidad de vida en general.

Son varios los estudios que vinculan directamente la dieta mediterránea con la longevidad de quienes la consumen. Debido a los nutrientes que incorpora, permite una vida más sana y aumenta la esperanza de vida.

Una mujer y un hombre caminando vestidos con ropa deportiva
La dieta mediterránea te aporta más años de vida sana | Getty Images

Incorporando la dieta Mediterránea en tu vida

Adoptar la dieta mediterránea es sencillo y puede comenzar con pequeños cambios en tu rutina diaria. Algunos consejos prácticos para irla incorporando, son:

  • Compra local y de temporada: opta por frutas y verduras frescas y de temporada. Comprar en mercados locales no solo es más saludable sino también más sostenible.

  • Cocina en casa: preparar tus propias comidas te permite controlar los ingredientes y las porciones. Intenta cocinar con técnicas saludables como el horneado, el asado o al vapor.

  • Disfruta de las comidas en compañía: la dieta mediterránea también valora el aspecto social de las comidas. Disfruta de tus comidas en compañía de familiares y amigos, creando un ambiente relajado y agradable.

  • Mantente activo: la actividad física regular es una parte fundamental de este estilo de vida. Caminar, nadar o practicar algún deporte no solo complementa la dieta, sino que también mejora tu bienestar general.

Incorporando estos alimentos en tu dieta diaria, no solo mejorarás tu salud, sino que también disfrutarás de comidas sabrosas y variadas. ¡Anímate a probarla y descubre sus beneficios!

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